Las peores startups de la historia
Aunque muchas han tenido un buen inicio, el final de su historia las catalogan como las peores startups de la historia
Al momento de crear una startups el propósito es innovar y revolucionar el mundo del Internet pero hay grandes ideas que terminan siendo las peores startups de la historia, así como las que te contaremos en este texto.
Muchas empresas tecnológicas que han sido creadas parten de una muy buena idea pero en el proceso de evolución o de operatividad, quedan a medio camino, como es ejemplo de algunas compañías que crearon distintas redes sociales. Así como también hay casos de statups que han sido creadas pero por razones económicas deben cesar operaciones.
A continuación haremos una lista de las peores startups creadas en la historia, según Latam Digital Marketing:
Friendster: Esta red social fue creada en 2002. Friendster no supo explotar ni entender la parte social de las redes sociales. Si bien hoy es algo natural que existan noticias en nuestro timeline/muro o algún tipo de interacción entre los perfiles, el contenido en Friendster se mantenía estático a menos que visitaras directamente el perfil de un amigo. La rápida popularidad de Friendster se disipó muy rápido y, poco después, plataformas como MySpace emergieron y volvieron obsoleto el modelo que Friednster proponía. Dentro de las peores startups, ésta es probablemente una de las más sonadas.
Color: Otra startups fallida dedicada a las redes sociales. Color pudo haber sido como lo que ahora conocemos como Instagram; pero un pobre diseño en la interfaz del usuario, junto con las laxas políticas de privacidad en las fotografías del usuario convirtió a esta aplicación en algo rápidamente olvidable.
Pay by Touch: Dentro de las peores startups de la historia, el caso de Pay by Touch es muy peculiar, ya que su fracaso no advino por una cuestión de negocios o mal diseño; Pay by touch tenía todo para ser una gran plataforma de compra de alimentos y abarrotes con el simple desliz de un dedo. El problema real vino cuando su fundador se vio vuelto en el escándalo, debido a una acusación de violencia intrafamiliar, lo que devino en problemas con las finanzas de la compañía. Eventualmente, la empresa no pudo más y el sistema colapsó.
Boo: Lo que prometía ser el sitio de moda por excelencia en Europa y, en especial, el Reino Unido, terminó mordiendo más de lo que podía masticar. El caso de muchas startups fallidas es el de estar adelantado a su época, y justamente eso le pasó a Boo a finales de los 90. Lo que prometía ser un gran sitio dedicado a la venta de ropa, accesorios y artículos de moda por Internet, presentado por medio de una interfaz dinámica y atractiva, terminó decepcionando a sus fundadores, debido a la poca afluencia de la población británica, 20% de los cuales, apenas, tenía acceso a Internet a finales del siglo pasado.
Altavista: Un motor de búsqueda que pudo haber competido con Google, pero que, debido a su falta de capacidad de capitalización, se perdió en la historia. Si bien Altavista antecedió a Google como motor de búsqueda, fue éste último el que realmente supo aplicar la monetización al modelo. Eventualmente, Altavista fue comprado por Yahoo! Y siguió operando de manera escueta, hasta que, en 2013, se le dio un final definitivo. Uno de los nombres más sonados en la web 1.0 terminó junto con otras startups fallidas, arrumbada en el olvido.